Reportaje

Alfonso ya no vive aquí

ALFONSO (62 años) vive entre la entrada posterior de una oficina bancaria y la calle. En este pequeño espacio cubierto, ha construido su casa con objetos hallados en la calle y muchas cosas que algunos amigos y vecinos le han regalado. Alfonso trabajó muchos años como barrendero y cuando se quedó sin hogar debido a una disputa familiar por una herencia, se instaló en Gràcia (Barcelona), ocupando diferentes espacios del barrio. En su interior, ha acumulado cientos de libros y películas en DVD.

Después de 4 años allí, algunos residentes de la propiedad forzaron su desalojo, que tuvo lugar justo a la mitad del período de confinamiento debido al coronavirus. Un período en el que se supone que todo el mundo debía quedarse en casa.

En el último recuento, realizado en mayo de 2020 como parte del estado de alarma, se contabilizaron 1.239 personas durmiendo en las calles de Barcelona.

Barcelona, abril – junio 2020.

Alfonso es una persona muy culta. Dentro de su casa guardaba cientos de libros y muchos carteles y DVD de películas clásicas. “Me gusta el buen cine, no el actual”, suele decir. Sus directores favoritos son Fritz Lang, Akira Kurosawa, Billy Wilder, John Ford y Alfred Hitchcock. También le gusta hacer algo de ejercicio ya que fue practicante de Aikido cuando vivía en su ciudad natal l’Hospitalet de Llobregat. Tras 4 años allí, algunos vecinos del inmueble forzaron su desalojo, que se produjo el pasado 8 de junio de 2020, en pleno periodo de confinamiento por el coronavirus.

Barcelona mayo 2020.

Alfonso tiene que encontrar un nuevo lugar para alojarse. Al principio nos aseguró que se instalaría en un piso del barrio de La Mina que le habían encontrado sus amigos gitanos y que era una mejora respecto al que tenía aquí. Pero al final cambió de idea y decidió seguir un tiempo en otro lugar del barrio de Gràcia.

Barcelona, 29 de abril de 2020.

Alfonso fuma un cigarrillo de liar. No bebe alcohol porque le hace perder el control aunque admite cierto consumo de drogas, siempre según él con «inteligencia». Tras 4 años viviendo allí, algunos vecinos del inmueble forzaron su desalojo, que se produjo el pasado 8 de junio, en pleno periodo de confinamiento por el coronavirus.

Barcelona mayo 2020.

Alfonso tiene dos bulldogs franceses llamados Thor y Ulisses que compró justo antes de empezar a vivir en la calle. Son sus mejores compañeros. Dice que lo obligan a no perder el control, ya que dependen de él. Después de 4 años allí, algunos vecinos del inmueble forzaron su desalojo, que se produjo el pasado 8 de junio, en pleno periodo de confinamiento por el coronavirus.

Barcelona mayo 2020.

Alfonso ha mantenido una buena relación con gran parte de los habitantes del barrio de Gràcia, que lo consideran una persona muy culta, limpia y respetuosa, entre los que se encuentran también la Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra. Pero también tiene en su contra a numerosos vecinos cercanos que lo acusan de estar loco, de insultarlos constantemente y llamarlos terroristas, hechos que han provocado algunos enfrentamientos.

Barcelona mayo 2020.

A pesar de la infinidad de objetos que guarda, Alfonso mantiene limpia su casa y la calle donde vive. Ya lo hizo cuando anteriormente vivía dentro de un banco en funcionamiento. Alfonso vivió durante 4 años en una casa hecha por él mismo en Gràcia hasta que lo desahuciaron el 8 de junio de 2020, en pleno confinamiento por el coronavirus.

Barcelona mayo 2020.

Alfonso trabajó como basurero durante muchos años y cuando se quedó sin hogar por una disputa familiar por una herencia, se instaló en Gràcia, ocupando diferentes espacios del barrio. Tras 4 años en el último lugar, algunos vecinos del inmueble forzaron su desalojo, que se produjo el pasado 8 de junio, en pleno periodo de confinamiento por el coronavirus.

Barcelona mayo 2020.

Alfonso no le teme al futuro, tiene 62 años y cree firmemente que la muerte es parte de la vida. Vivir en la calle no es fácil pero está seguro de que la psicología ayuda a mantener la mente fuerte y no hundirse por el desalojo. Dice Alfonso, «siempre tengo un plan B y siempre salgo ganando». Finalmente fue desalojado de su casa construida por él mismo en una calle del barrio de Gràcia (Barcelona) el 8 de junio de 2020, en pleno confinamiento por el coronavirus.

Barcelona, mayo 2020.

Alfonso contaba con unos pequeños ingresos de la pensión que usaba para comprar comida para él y sus perros. También le ayudaron unos comerciantes ofreciéndole algunos de sus productos, cafés, pan, bollería…. Alfonso vivió durante 4 años en una casa de fabricación propia en Gràcia hasta que lo desahuciaron el 8 de junio de 2020, en pleno periodo de confinamiento por el coronavirus.

Barcelona, junio 2020.

Alfonso fue desalojado el 8 de junio de 2020 de la casa de fabricación propia en la que vivió durante 4 años en Gràcia. No opuso resistencia a la policía y solo se llevó una bolsa con ropa, comida para sus perros y poco más. Muchos vecinos acudieron a mostrarle su apoyo.

Barcelona, mayo – junio 2020.

Alfonso fue desalojado el 8 de junio de 2020 de la casa de fabricación propia en la que vivió durante 4 años en Gràcia. Se lo tomó con filosofía y solo se llevó una bolsa con ropa, comida para sus perros y poco más. Alfonso siguió viviendo en las calles del barrio de Gràcia pero unas semanas después accedió a mudarse a un piso nuevo que le habían facilitado los servicios sociales en otro barrio de Barcelona. Alfonso falleció por causas naturales en octubre de 2021.

Barcelona, junio 2020.

Como en una escena de Farenheit 451, la novela de Ray Bradbury, los operarios de los servicios municipales de limpieza retiraron todos los objetos, en su mayoría libros, de la antigua casa de Alfonso. Equipados con monos para evitar contagios por Covid-19, llenaron un par de camionetas con destino al vertedero.

Barcelona, junio 2020.

Un operario de los servicios municipales de limpieza arroja un ejemplar de «Farenheit 451», la novela de Ray Bradbury que presenta una sociedad del futuro en la que los libros están prohibidos y por tanto se quema cualquiera que se encuentre. Cientos de libros, junto a otros objetos, fueron retirados de la antigua casa de Alfonso. Equipados con monos para evitar contagios por Covid-19, llenaron un par de camionetas con destino al vertedero.

Barcelona, junio 2020.

Cientos de libros, de la antigua casa de Alfonso llenaron un par de furgonetas con destino al vertedero. Durante el resto de confinamiento Alfonso decidió seguir viviendo en las calles del barrio de Gràcia pero unas semanas después accedió a mudarse a un piso nuevo que le facilitaron los servicios sociales en otro barrio de Barcelona. Alfonso falleció por causas naturales en octubre de 2021.

Barcelona, junio 2020.

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