Reportaje

Soul Music. El arte que cura

El arte que cura es un proyecto documental que explora cómo la música y otras artes ayudan a mejorar el estado de ánimo de las personas enfermas o dependientes.

El protocolo obligó a los hospitales y centros asistenciales a aislar a los pacientes y residentes denegando el acceso a cualquier visitante y paralizando cualquier actividad lúdica en su interior. Poco a poco, se están retomando estas actividades aliviando la ansiedad, favoreciendo el cuidado de la salud mental y la recuperación de los pacientes o residentes.

Desde 2020, la población mundial se ha visto sometida a estrictas medidas de confinamiento con el objetivo de frenar la propagación del virus. Las cuarentenas intermitentes prolongadas en el tiempo, junto con la incertidumbre y el miedo, han supuesto un desgaste emocional generalizado. Como consecuencia, ha aumentado el sentimiento de soledad, ansiedad y depresión que, a su vez, ha desencadenado un deterioro en la salud mental de algunas personas.

Poco a poco, los entornos sanitarios, conscientes de la necesidad de suavizar los efectos del aislamiento, están agilizando la reactivación del desarrollo de estas actividades de entretenimiento presenciales y la práctica de terapias no farmacológicas, como la musicoterapia o la arteterapia. Todo ello, con el fin de mejorar el ánimo, aliviar la ansiedad y favorecer el cuidado y la recuperación de los pacientes o residentes.

La prohibición de recibir visitas continúa vigente en muchos hospitales, residencias de mayores, centros asistenciales, etc.

*Este proyecto ha sido posible gracias al apoyo de National Geographic Society’s COVID-19 Emergency Fund for Journalists.

José Silvio Cebrián, 73 años, graba a la enfermera Ana Briz y al músico Juanjo Pérez bailando, mientras Gabriela Castillo canta un bolero para amenizar la mañana a los pacientes de hemodiálisis del Hospital La Salud de Valencia que pasan cuatro horas conectados a las maquinas de diálisis en cada sesión. Ambos músicos colaboran con la fundación Músicos por la Salud que organiza microconciertos con el fin de “humanizar” la experiencia sanitaria de las personas a través de la música, aportando momentos de felicidad y bienestar a pacientes, residentes, acompañantes y personal en hospitales, centros sociosanitarios y centros de atención a colectivos desfavorecidos.

Diana y Nelson acompañan a su hijo Danel, ingresado por sepsis y bronquiolitis en la UCI pediátrica del hospital Sant Joan de Déu, de Barcelona, mientras los musicoterapeutas Carles Geli y Raül Hernández, le cantan una nana en euskera.

“Una de las cosas más importantes de la musicoterapia en el hospital es el acompañamiento que hacemos. Además de todos los inputs que podemos llegar a conseguir a nivel vital y de mejora del paciente, es muy importante poder acompañar y ofrecer un momento de distensión y de distracción, no solo al paciente, sino también a los padres.” Carles Geli Benito, musicoterapeuta de la Associació Ressò de Musicoteràpia.

Bruno Cantín nació con un ventrículo único y lo tuvieron que intervenir del corazón a los pocos días de nacer. En el momento de la foto se encuentra recuperándose en la UCI pediátrica del hospital Sant Joan de Déu, de Barcelona, mientras Carles, musicoterapeuta, toca canciones infantiles con distintos instrumentos para entretener y estimular al bebé.

“Es muy importante en un lugar como la UCI, donde hay mucho sufrimiento, que los padres vean a su hijo de una manera más distendida, poder arrancarle una sonrisa, que puedan verlo disfrutar en ese momento, es muy bonito, aunque esté dentro de una UCI. Yo valoro mucho esta parte, la de estar presente incluso en los momentos más duros, como ha sido el caso en algunas ocasiones.” Carles Geli Benito, musicoterapeuta de la Associació Ressò de Musicoteràpia.

Isabel Bellver toca el chelo todos los lunes para los pacientes en la Unidad de Hemodiálisis del Hospital de Dénia. La musicoterapia utiliza la música y el sonido para responder a necesidades tanto físicas como emocionales, cognitivas y sociales. A través de la implicación musical en el contexto terapéutico, las habilidades del paciente se ven reforzadas.

“Ser musicoterapeuta es formar parte de un equipo multidisciplinar y trabajar conjuntamente en la consecución de unos objetivos terapéuticos. No tiene nada que ver con dar un concierto por personalizado que sea. La música que llevamos al hospital no depende de un programa prediseñado ni tiene una partitura, depende de la persona que tenemos delante, de su respiración, de su dolor, de su mirada, de su expresión… de sus necesidades en ese momento concreto.” Isabel Bellver es musicoterapeuta en el Hospital de Dénia desde el año 2011.

Katia Márquez, toca su guitarra para Jovana Rankovic, paciente en la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Beata María Ana de Madrid.

“La música me ha acompañado siempre, me llenó de vida cuando la oscuridad me rodeaba. La música ha sido una tabla salvadora que ha sostenido cada una de mis emociones, me ha hecho crecer y creer que todo es posible. Por eso, trabajar haciendo música para personas enfermas es la oportunidad más hermosa que me ha regalado la vida, porque sé, por mi propia experiencia, que la música puede llegar a ser reparadora.” Katia Márquez, artista colaboradora de la fundación Músicos por la Salud.

El Dr. Gorrín toca el piano en el Ayre Gran Hotel Colón, medicalizado durante los meses de mayor colapso sanitario por la pandemia para atender a pacientes COVID, en los ratos que tiene libres o cuando el hotel tiene poca ocupación de enfermos. A veces pone un altavoz para que los pacientes puedan oírle también en las habitaciones.

“Habitualmente no atiendo a pacientes en mi servicio, pero, con esta situación de pandemia, he tenido que reconvertirme en médico de asistencia general. La situación social está siendo tan complicada por esta emergencia sanitaria que es reconfortante venir a un sitio donde tu trabajo es útil. El laboratorio quizás está más deshumanizado, queda muy distanciado de los pacientes, pero estando en el hotel estás en primera línea de la pandemia.” Jorge Gorrín Ramos, médico especialista en bioquímica clínica en el laboratorio de bioquímica del Hospital Gregorio Marañón.

Gabriela Castillo, artista argentina colaboradora de Músicos por la Salud, hoy toca su guitarra para los pacientes de cuidados intensivos del Hospital de La Salud de Valencia. José Ramón Serrano, de 55 años, ingresado hace unas horas en la UCI a causa de una aparatosa caída mientras montaba en bicicleta, tiene cinco costillas rotas y desplazadas, neumotórax y luxación de nivel cuatro en la clavícula.

«La verdad es que fue emocionante y un subidón después del susto que había tenido esa mañana. Fue impresionante. Una experiencia inolvidable que caló mucho también cuando se lo conté a mi familia y amigos. Fue muy muy bonito.” José Ramón Serrano Prieto, paciente de la UCI del Hospital La Salud de Valencia.

Regino Cuenca Jiménez, ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital La Salud de Valencia, escucha los boleros que le dedica la artista argentina Gabriela Castillo y consigue que sus constantes vitales mejoren durante esos minutos.

“Esta actividad ha significado un antes y un después en mi profesión artística. Encontré una manera única y especial de vincularme a personas en contextos y situaciones extremas, especialmente en salas de cuidados intensivos, hemodiálisis, oncología y psiquiatría.” Gabriela Castillo, artista colaboradora de la fundación Músicos por la Salud.

Es el primer día que Stefany hace este tipo de actividad de voluntariado, venir con su arpa a acompañar e interpretar música a pacientes del Hospital Quironsalud de Valencia.

“Estar rodeada de médicos y en un entorno tan distinto al habitual fue muy especial, pero también me puso un poco nerviosa al principio. Luego, a medida que conocía a los distintos pacientes, entendí que yo les hacía sentir mejor, eso me emocionó y me hizo sentir bien.” Stefany Ramón Jurenka, arpista, voluntaria de la fundación Músicos por la Salud.

La arpista Stefany Ramón Jurenka, voluntaria de la fundación Músicos por la Salud, toca una pieza musical, en el proceso de dilatación de Marta, en la preparación del “parto respetado” que llevan a cabo en el Hospital Quirónsalud de Valencia.

“El tener en mi habitación del hospital a una arpista, tocando en directo, generó un momento de intimidad muy especial, a pesar de que no nos hubiéramos visto nunca. Además, tocó una pieza que me encanta Comptine d’un autre ete – l’apres-midi de Yann Tiersen, de la banda sonora de la película Amélie. Me abstrajo de la preocupación y del miedo que sentía en ese momento tan delicado e importante para mí. Dejé de pensar en todo lo que podía ir mal en el parto, me dejé llevar por la música, me relajé y eso me tranquilizó mucho.” Marta Santos Delgado, mamá del bebé India.

Juanjo Pérez, músico colaborador de la Fundación Músicos por la Salud, toca para los pacientes del Hospital de Día del Hospital de Manises, en Valencia, mientras reciben su tratamiento intravenoso.

“Recuerdo que fue una canción de Nino Bravo, porque se la ponía a mis hijos cuando eran pequeños y se las saben todas. Tuve sentimientos encontrados, emociones de tristeza y de alegría a la vez. Pensaba en mi situación de salud, en mi madre, en mis hijos, mis nietos… pero a la vez me sentía bien, fue algo raro. Me gustó mucho.” María Pilar Alberto Redondo, usuaria del Hospital de Día del Hospital de Manises, en Valencia.

Laila ha nacido prematura y su madre, Sara, la visita para darle el pecho por primera vez en la Unidad de Neonatos del Hospital de Dénia. Ana toca piezas musicales que relajen al bebé y a su madre para aliviar el estrés de esta nueva situación para ambas.

“En las sesiones, la música es creada por los mismos pacientes con intervenciones junto a las musicoterapeutas, así como para los pacientes, con improvisaciones musicales terapéuticas que se adaptan a los objetivos planteados en cada situación y patología.” Ana Alegre Soler es musicoterapeuta y trabaja en el Hospital de Dénia desde el año 2011.

La intervención artística Dreams, del autor Xavi Muñoz, se encuentra en la entrada principal del Hospital de Dénia.

Este hospital, inaugurado en 2009, quiso contar desde sus cimientos con un espacio humanizado y saludable, basándose en estudios que ponen de manifiesto cómo un entorno bello ayuda al tratamiento de los pacientes. Así nació «cuidArt”, el proyecto de arte creado por Alicia Ventura. Para humanizar los espacios comunes se contó con la Colección DKV: las obras se distribuyen en los espacios comunes del recinto sanitario: salas de espera,

Juanjo Pérez toca para los residentes de la Residencia Sanitas Mas Camarena de Bétera (Valencia) con Lucía Antón, terapeuta ocupacional, y otros trabajadores que los acompañan bailando, animando y atendiendo las necesidades de las personas mayores.

“La música tiene muchos beneficios para los residentes, tanto emocionales, puesto que conseguimos que la persona mejore su ánimo, como cognitivos. Es decir, si queremos trabajar una estimulación cognitiva, trabajar el lenguaje, la atención y la concentración, la música es un vehículo muy eficaz. También trabajamos la reminiscencia a través de la música con las personas que tienen deterioro cognitivo. Podemos llevarlos a momentos de su vida donde fueron muy felices y esa emoción traerla al momento actual.” Silvia Moratalla Montfort, psicóloga de la Residencia Sanitas Mas Camarena en Valencia.

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