Reportaje

El ocaso del último hotel medicalizado

Así son los últimos días de actividad en el único hotel medicalizado que queda abierto en España. En mayo del 2021 el número de pacientes graves que ingresan por covid-19 en el Hospital Gregorio Marañón ha disminuido considerablemente y, con ello, la necesidad de derivar los casos leves al Hotel Ayre.

Ya han pasado 14 meses desde que se reconvirtió el hotel en una planta de hospitalización temporal del Gregorio Marañón.

La constante sensación de hospital de campaña, el ininterrumpido estado de alerta y la baja ocupación de pacientes que anuncia el cierre inminente de las instalaciones, aumenta el desgaste y el agotamiento -físico y psicológico- de los sanitarios.

En el hotel se han atendido a más de dos mil pacientes infectados por coronavirus. Fue el primer dispositivo sanitario de estas características que se puso en marcha en España y el último en cerrarse, el 4 de junio de 2021.

El hotel cuenta con 110 habitaciones. A la llegada del paciente, se les entrega un kit básico de higiene, un termómetro y un pulsioxímetro, que mide la saturación de oxígeno en sangre. Ellos mismos informarán tres veces al día de los datos telefónicamente al personal de enfermería que lo registra en su historial médico y, así, a través del contacto telefónico permanente se les monitoriza las 24 horas del día.

M.S.P. ha sido trasladada desde en ambulancia desde el Hospital Gregorio Marañón y está a punto de ingresar en esta planta de hospitalización, que es el hotel Ayre Gran Hotel Colón.

Habitación del hotel que hace las veces de «control de enfermería».

El 19 de marzo de 2020, en apenas 24 horas, los profesionales del Hospital Gregorio Marañón, convirtieron el Ayre Gran Hotel Colón en un nuevo espacio sanitarizado y lo dotaron de personal y recursos para que funcionase como una planta más del mismo centro sanitario para hacer frente a la pandemia exclusivo para pacientes covid-19.

Mario Caro, Miguel Ángel León, Aránzazu Megías y Teresa Gonzalez, el personal de enfermería del turno de tarde, revisa las pautas de medicación antes de repartirlas por a los pacientes que ocupan las habitaciones del hotel.

El sistema informático de admisión en el Hotel está compartido con el del Hospital Gregorio Marañón para que los procedimientos y registros sean idénticos y se gestione como una planta más del hospital.

Teresa Gonzalez, enfermera, desinfecta las pantallas en el baño de la habitación que hace las veces de «control de enfermería» después de haber visitado a los pacientes. Todos los pacientes que se alojan en este hotel medicalizado tienen el virus, o bien han estado en contacto directo con algún positivos.

Miguel Ángel León, enfermero, distribuye la medicación de la tarde a cada paciente.

En este momento, la mayoría de los pacientes proceden del aeropuerto. Se detecta que son positivos a su llegada y, si no necesitan cuidados intensivos, se les ingresa aquí para su tratamiento y cuarentena.

Carla Alcoy, enfermera, le está practicando una glucemia capilar, una técnica que detecta la cantidad de glucosa en sangre, a V.A. paciente de covid-19 ingresada en el hotel medicalizado Ayre Gran Hotel Colón.

A punto de cerrar, este hotel medicalizado, de 164 plazas, está ahora mismo dotado de 28 sanitarios y acoge solo a una cuarentena de asintomáticos, con síntomas leves o personas que han sido contacto de positivos.

J.V., paciente del hotel medicalizado, aterrizó ayer en Madrid desde Bogotá (Colombia). Su destino final era Palma de Mallorca para reunirse con su hijo de seis meses y el padre del niño. Al llegar a Barajas, le hicieron test de antígenos que dio positivo y la llevaron al Hospital Gregorio Marañón donde se confirmó el diagnóstico con una prueba PCR. Inmediatamente, fue derivada a este hotel para ser atendida y monitorizada hasta que pase la enfermedad. Si no empeoran sus síntomas leves, J. estará en el hotel unos 10 días hasta que sea negativo en las pruebas del coronavirus.

A punto de cerrar, este hotel medicalizado, de 164 plazas, está ahora mismo dotado de 28 sanitarios y acoge solo a una cuarentena de asintomáticos, con síntomas leves o personas que han sido contacto de positivos.

Teresa González, enfermera, descansa en la habitación del «control de enfermería» a la espera de que surja cualquier necesidad de algún paciente.

Desde el inicio, se procuró que todos los protocolos que se establecieran en este nuevo espacio del Hospital Gregorio Marañón, estuvieran muy orientados a evitar el contagio de los sanitarios. Por eso, se procura hacer la mayor parte de las revisiones por teléfono. Los médicos, instalados en el comedor del hotel, hacen su “visita” de manera telefónica, salvo que sea imprescindible ir a la habitación.

En el hotel se han atendido a más de dos mil pacientes infectados por coronavirus. Fue el primer dispositivo sanitario de estas características que se puso en marcha en España y el último en cerrarse, el 4 de junio de 2021.

A punto de cerrar, este hotel medicalizado, de 164 plazas, está ahora mismo dotado de 28 sanitarios y acoge solo a una cuarentena de asintomáticos, con síntomas leves o personas que han sido contacto de positivos.

Mario Caro, auxiliar de enfermería, en el hotel medicalizado Ayre Gran Hotel Colon, trabaja en el turno de tarde y está en su tiempo de descanso. Se entretiene jugando al balón y pasea por los jardines del hotel, completamente vacíos, ya que los pacientes no salen de sus habitaciones para prevenir contagios.

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