Un día te encuentras en casa, confinado, solo… y dejas de grabar la vida en imágenes, pero, de vez en cuando, tienes que salir a la calle por trabajo; soy fotógrafo de prensa. Echas de menos a la gente, a la familia, a los amigos. Sabes que eres un privilegiado por poder salir. Y decides, mientras trabajas, saludarles a través de sus balcones. Y captar ese momento. De repente, todos se alegran al verte, sonríen, te mandan besos, charlan alegremente. Hay conversaciones que se alargan, con amigos de toda la vida pero a los que hacía años que no veías. Y se llega a detener el tiempo. Ahí es cuando te das cuenta de que tienes que seguir… tienes que seguir abriendo ventanas, puertas, balcones, corazones de amigos que te quieren. Y a la vez, vas dejando trocicos de tu corazón a cada paso. Sigues avanzando. Y el agradecimiento se va acentuando conforme pasan los días encerrados. Desde las casas consideran que eres lo mejor que les ha sucedido en todo el día, o incluso en toda la semana. Una visita en estos tiempos es el mejor tesoro que se van a llevar, me dicen. Y sigues. Todo lo relacionado con la cultura ha caído, algo que a mí también me ha afectado. Y, por eso, en estos días de coronavirus he decidido visitar a amigos relacionados con el teatro, el cine, la música, la literatura y el arte para fotografiarlos y sacarles también a ellos una sonrisa. Me reciben con sus libros, bailando bajo la lluvia, haciendo el payaso y actuando con sus mejores galas. Al final, termino sonriendo yo también.
El artista Ángel Mateo Charris, pintor cartagenero, posa con una sonrisa en la puerta de su casa en el barrio de las Cuatrocientas.
Los actores Pedro Alejandro y su mujer, Lara, posan con una sonrisa con su hijo Unai y su perro Tuko en el jardín de su casa, en la pedanía cartagenera de Galifa.
Durante la Semana Santa, al no poder realizar de forma presencial los desfiles pasionales, el escultor Paco Alarte decoró su balcón con imágenes de la Virgen y Cristo, cambiando cada día las imagines dependiendo del Cristo y la Virgen que salían en procesión. En la imágen, se ve el Cristo Resucitado y la Virgen bajo palio que procesionan el Domingo de Resurrección.
Rocío, enfermera del servicio de Urgencias del Hospital Santa Lucía, se asoma a su balcón con una sonrisa y con sus perros Patxi (Golden), Sebastián (teckel) y Mico.
La escultora Belén Orta (dcha.) se asoma a través de las rejas de la ventana de su salón con una sonrisa y acompañada de su familia: su marido Fran y sus hijos Belenchi y Frantxu.
Los profesores y músicos, Patxi Navarro y su mujer Yolanda Pedreño, posan en el jardín de su casa con sus hijos, Violeta y Evan, después de ensayar con ellos canciones que han tocado durante el confinamiento.
Os recordamos que todos los derechos de explotación de las fotografías son de su autor/a y que solamente los ha cedido para el archivo. Ponte en contacto con él/ella para cualquier otro uso. Gracias.