Reportaje

Las mujeres de la bolsa roja

Uno de los gremios de profesionales más esenciales durante la pandemia de coronavirus que asoló el mundo han sido los servicios de limpieza. El personal de la limpieza de la Clínica San Miguel de Pamplona también ha sido partícipe activo en la pandemia. Su labor silenciosa ha mantenido los espacios libres de virus, a la vez que exponían su propia salud. Las bolsas rojas eran exponente de peligro, de infección y suciedad. Su destreza para manipularlas les ha privado a ellas mismas y demás usuarios y profesionales de contagios.

El personal de la limpieza de la Clínica San Miguel de pamplona también han sido partícipes activos en la pandemia. Su labor silenciosa ha mantenido los espacios libres de virus, a la vez que exponían su propia salud. Las bolsas rojas eran exponente de peligro, de infección y suciedad. Su destreza para manipularlas les ha privado a ellas mismas y demás usuarios y profesionales de contagios.

El personal de la limpieza de la Clínica San Miguel de pamplona también han sido partícipes activos en la pandemia. Su labor silenciosa ha mantenido los espacios libres de virus, a la vez que exponían su propia salud. Las bolsas rojas eran exponente de peligro, de infección y suciedad. Su destreza para manipularlas les ha privado a ellas mismas y demás usuarios y profesionales de contagios. Personal de limpieza realiza su labor en los boxes de la UCI donde permanecen enfermos afectados de coronavirus.

El personal de la limpieza de la Clínica San Miguel de Pamplona también han sido partícipes activos en la pandemia. Su labor silenciosa ha mantenido los espacios libres de virus, a la vez que exponían su propia salud. Las bolsas rojas eran exponente de peligro, de infección y suciedad. Su destreza para manipularlas les ha privado a ellas mismas y demás usuarios y profesionales de contagios. Unas cuantas mascarillas y pantallas protectoras cuelgan en la pared de una sala, al inicio de la zona COVID, debidamente señaladas por sus dueños. Eva(i) y Beatriz(d) se preparan para realizar su jornada laboral limpiando la zona COVID. Beatriz encinta sus muñecas con un par de guantes, a continuación colocará otros por encima. Toda precaución es poca.

El personal de la limpieza de la Clínica San Miguel de Pamplona también han sido partícipes activos en la pandemia. Su labor silenciosa ha mantenido los espacios libres de virus, a la vez que exponían su propia salud. Las bolsas rojas eran exponente de peligro, de infección y suciedad. Su destreza para manipularlas les ha privado a ellas mismas y demás usuarios y profesionales de contagios. Las bolsas rojas están preparadas en el exterior de las habitaciones para su recogida, es el inicio de una jornada laboral intensa.

El personal de la limpieza de la Clínica San Miguel de Pamplona también han sido partícipes activos en la pandemia. Su labor silenciosa ha mantenido los espacios libres de virus, a la vez que exponían su propia salud. Las bolsas rojas eran exponente de peligro, de infección y suciedad. Su destreza para manipularlas les ha privado a ellas mismas y demás usuarios y profesionales de contagios. Las bolsas rojas están preparadas en el exterior de las habitaciones para su recogida, es el inicio de una jornada laboral intensa.

El personal de la limpieza de la Clínica San Miguel de Pamplona también han sido partícipes activos en la pandemia. Su labor silenciosa ha mantenido los espacios libres de virus, a la vez que exponían su propia salud. Las bolsas rojas eran exponente de peligro, de infección y suciedad. Su destreza para manipularlas les ha privado a ellas mismas y demás usuarios y profesionales de contagios. Personal de la limpieza recoge los sacos rojos para su posterior tratamiento, en el inicio de la jornada laboral. Los carros están debidamente señalados para que no los manipule nadie.

El personal de la limpieza de la Clínica San Miguel de Pamplona también han sido partícipes activos en la pandemia. Su labor silenciosa ha mantenido los espacios libres de virus, a la vez que exponían su propia salud. Las bolsas rojas eran exponente de peligro, de infección y suciedad. Su destreza para manipularlas les ha privado a ellas mismas y demás usuarios y profesionales de contagios. Personal de la limpieza recorre los pasillos vacíos de las plantas de la clínica, su labor pasa desapercibida.

El personal de la limpieza de la Clínica San Miguel de Pamplona también han sido partícipes activos en la pandemia. Su labor silenciosa ha mantenido los espacios libres de virus, a la vez que exponían su propia salud. Las bolsas rojas eran exponente de peligro, de infección y suciedad. Su destreza para manipularlas les ha privado a ellas mismas y demás usuarios y profesionales de contagios. Dentro de las habitaciones con enfermos COVID, se extreman las precauciones y se desinfecta todo lo que puede ser susceptible de contagio.

El personal de la limpieza de la Clínica San Miguel de Pamplona también han sido partícipes activos en la pandemia. Su labor silenciosa ha mantenido los espacios libres de virus, a la vez que exponían su propia salud. Las bolsas rojas eran exponente de peligro, de infección y suciedad. Su destreza para manipularlas les ha privado a ellas mismas y demás usuarios y profesionales de contagios. Dentro de las habitaciones con enfermos COVID, se extreman las precauciones y se desinfecta todo lo que puede ser susceptible de contagio.

El personal de la limpieza de la Clínica San Miguel de Pamplona también han sido partícipes activos en la pandemia. Su labor silenciosa ha mantenido los espacios libres de virus, a la vez que exponían su propia salud. Las bolsas rojas eran exponente de peligro, de infección y suciedad. Su destreza para manipularlas les ha privado a ellas mismas y demás usuarios y profesionales de contagios. Dentro de las habitaciones con enfermos COVID, se extreman las precauciones y se desinfecta todo lo que puede ser susceptible de contagio. A la salida de las habitaciones las bolsas deben recogerse un un carro de uso exclusivo.

El personal de la limpieza de la Clínica San Miguel de Pamplona también han sido partícipes activos en la pandemia. Su labor silenciosa ha mantenido los espacios libres de virus, a la vez que exponían su propia salud. Las bolsas rojas eran exponente de peligro, de infección y suciedad. Su destreza para manipularlas les ha privado a ellas mismas y demás usuarios y profesionales de contagios. Dentro de las habitaciones con enfermos COVID, se extreman las precauciones y se desinfecta todo lo que puede ser susceptible de contagio. Eva(i) y Beatriz(d) se retiran las calzas de los pies con una sincronización casi perfecta; su jornada laboral llega a su fin.

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