Barcelona, Barcelona
30 Julio 2020
El Raval no se resigna
El barrio del Raval, en el corazón de Barcelona, es el más multiétnico y cosmopolita de la ciudad. Allí habitan, en poco más de un kilómetro cuadrado, 47.000 personas de cuarenta nacionalidades. La mitad de ellas procede de fuera de la Unión Europea. La crisis provocada por la pandemia ha ralentizado la actividad comercial y cultural que se vivía en sus calles. En muchos hogares, los efectos han sido devastadores. El Raval afronta ahora, con mayor crudeza, problemas endémicos derivados de la precariedad laboral, la infravivienda, la gentrificación y múltiples vulnerabilidades. Muchas personas y entidades del barrio han impulsado iniciativas solidarias admirables para sus vecinos como la distribución de alimentos a través del Sindicato de Mujeres Cuidadoras Sin Papeles, la Xarxa de Suport Mutu, las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta, el hospital de campaña de Santa Anna, el Indian Culture Centre y la Fundació Indali, el suministro de ropa y duchas en el Gimnàs Social Sant Pau, y la fabricación de mascarillas en el Ateneu del Raval y en el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes, entre otras. En el barrio del Raval, además, se han reforzado servicios de orientación a mujeres en contextos de prostitución en entidades como El Lloc de la Dona; a mujeres con problemas de drogodependencia a través de Metzineres; a la comunidad filipina en Eamiss; y a personas sin hogar en la Fundació Arrels. Instalaciones culturales como el Ateneu del Raval, la antigua escuela Massana y Ravart han impulsado la cohesión del tejido social a través de numerosas iniciativas interculturales. Destellos de luz en la oscuridad. El barrio del Raval no se resigna; continua luchando a pesar de las adversidades. Mi incursión fotográfica en el Raval me ha conmovido al conocer de cerca muchos pequeños milagros de solidaridad resiliente entre sus propios vecinos.
Una niña juega entre palomas en la plaza del Dubte. El barrio del Raval, en el corazón de Barcelona, es el más multiétnico y cosmopolita de la ciudad. En muchos hogares, los efectos de la pandemia han sido devastadores, pero el Raval no se resigna. Numerosos vecinos y entidades del barrio han desplegado una eficaz red asistencial y solidaria para hacer frente a las nuevas dificultades provocadas por la pandemia. Plaza del Dubte, Barcelona, Cataluña, 30/06/2020.
Confección de mascarillas en el Sindicato de Mujeres Cuidadoras Sin Papeles. Al inicio de la pandemia, este colectivo se movilizó para fabricar mascarillas y distribuir alimentos entre vecinos del barrio del Raval. Alojadas en un espacio cedido por el Ateneu del Raval, muchas de estas mujeres acababan de llegar a Barcelona cuando estalló la pandemia. Se unieron para ayudarse mutuamente y reivindicar trabajos dignos. Silvia Sánchez (derecha), procedente de Colombia, es la portavoz del sindicato. En la imagen aparece junto a Gloria Díaz, también colombiana, y Flavia Ovejero, argentina, confeccionando mascarillas. Al fondo, David Orozco, marido de Silvia, colabora en la organización de los lotes de alimentos. Ambos tuvieron que huir de Colombia cuando David, juez de paz en Cali, fue amenazado de muerte. Ateneu del Raval, Barcelona, Cataluña, 29/06/2020.
Distribución de alimentos en el Sindicato de Mujeres Cuidadoras Sin Papeles. En un espacio cedido por el Ateneu del Raval, las mujeres del sindicato y voluntarios del barrio organizan el reparto de productos de primera necesidad entre vecinos que han visto mermados sus ingresos. Ateneu del Raval, Barcelona, Cataluña, 11/08/2020.
Distribución de ropa a personas sin hogar en el Gimnàs Social Sant Pau. Santi González, un conocido activista del Raval, suministra ropa a un usuario del gimnasio social al que diariamente acuden unas ciento cincuenta personas sin hogar. En estas instalaciones también se ofrece servicio de duchas y a menudo se distribuyen alimentos. Este equipamiento social es una cooperativa sin ánimo de lucro apoyada por entidades y vecinos del Raval que cubre necesidades básicas en un barrio donde la pobreza se ha incrementado con especial virulencia a causa de la pandemia. Gimnàs Social Sant Pau, Barcelona, Cataluña, 18/08/2020.
Servicio de duchas para personas sin hogar en el Gimnàs Social Sant Pau. Dos jóvenes sin hogar se disponen a ducharse en las instalaciones del gimnasio social después de recibir una muda. Desde que empezó la pandemia, numerosas personas sin techo acuden diariamente a estas instalaciones para cubrir sus necesidades básicas de higiene. Gimnàs Social Sant Pau, Barcelona, Cataluña, 18/08/2020.
Encuentro de mujeres drogodependientes de Metzineres. Cada viernes, un grupo de usuarias y activistas de Metzineres participa en los encuentros culinarios que se realizan en el Ágora Juan Andrés Benítez, un espacio autogestionado ubicado en un solar del Raval. Metzineres es un entorno de cobijo para mujeres que consumen drogas y cuyos problemas van más allá del uso de sustancias. Estos encuentros son una de las muchas actividades destinadas a potenciar el sentimiento de pertenencia de estas mujeres a la comunidad. Ágora Juan Andrés Benítez, Barcelona, Cataluña, 04/09/2020.
Las colas del hambre han proliferado entre los vecinos del Raval. Numerosos miembros de la comunidad filipina del Raval, una de las más emblemáticas del barrio, acuden los domingos al reparto de alimentos en el Indian Culture Centre y la Fundación Indali, ubicados a pocos metros del barrio. Los efectos de la pandemia han sido especialmente devastadores para esta comunidad dado que la gran mayoría se dedica a la hostelería y al servicio doméstico. La organización EAMISS, que hace de nexo entre la comunidad filipina y los servicios sociales de Barcelona, organiza la distribución de estos alimentos entre los miembros de su comunidad que viven en el Raval. Indian Culture Centre-Fundación Indali, Barcelona, Cataluña, 2/08/2020.
Plaza Terenci Moix. Muchos usuarios lamentan que ciertos espacios públicos, en lugar de constituir un lugar de reunión para los vecinos y de juegos para los niños se hayan convertido en espacios degradados en los que se hace difícil la convivencia. Con la pandemia, muchos de estos lugares se han ido degradando.
Plaza Terenci Moix (Barcelona, Cataluña), 18 agosto 2020.
Comercios del Raval en la cuerda floja por la falta de clientes. La crisis provocada por la pandemia ha ralentizado la actividad comercial que se vivía en las calles del Raval. Numerosos comercios se han visto obligados a cerrar definitivamente y muchos de los que se resisten apenas reciben clientes. La caída del turismo y la menor afluencia de peatones ha golpeado con especial virulencia comercios del centro de Barcelona. Calle Tallers, Barcelona, Cataluña, 23/07/2020.
Mariona se entrena con telas aéreas en Ravart. Mariona Vázquez tiene 22 años, vive en el Raval y es estudiante de circo. Es especialista en telas aéreas, una disciplina que en el futuro quiere utilizar con fines terapéuticos. A pesar de la pandemia, Mariona se entrena casi a diario en Ravart, un espacio ocupado dedicado a la creación comunitaria del barrio y para el barrio. Ravart, Barcelona, Cataluña, 29/07/2020.
Montserrat Anguiano en el Ateneu del Raval. Montserrat Anguiago, artista afrocatalana que reivindica el empoderamiento feminista a través del arte, asiste a un reunión en este espacio cultural del Raval. A su derecha, un voluntario organiza las entradas y salidas del centro, manteniendo las distancias de seguridad. A pesar de los efectos de la pandemia, el Ateneu del Raval continúa impulsando el intercambio intercultural y fomentando la cohesión del tejido social a través de numerosas iniciativas solidarias y de inclusión. Ateneu del Raval, Barcelona, Cataluña, 11/08/2020.
Distribución de alimentos en la antigua escuela Massana. En el barrio del Raval se ha disparado el número de personas que tienen que recurrir a entidades sociales para recibir alimentos y otros bienes básicos. Voluntarios de la Xarxa de Suport Mutu del Raval se encargan de recoger alimentos donados por comerciantes del mercado de La Boquería y de distribuirlos entre vecinos vulnerables del barrio. Antigua sede de la escuela Massana, Barcelona, Cataluña, 5/09/2020.
Comedor social en el Hospital de Campaña de Santa Anna. Muchas personas sin hogar del Raval acuden diariamente a la parroquia de Santa Anna, ubicada a pocos metros del barrio. Cuando estalló la pandemia, se organizó un comedor social en el claustro de esta parroquia para que personas sin hogar puedan comer caliente a diario y llevarse una ración de alimentos para la cena. Parroquia de Santa Anna, Barcelona, Cataluña, 12/08/2020.
Consulta médica en el Hospital de Campaña de Santa Anna. La doctora Carme Roca atiende a Tariq, un joven sin techo originario de Pakistán, afectado de un dolor en el pecho. A raíz de la pandemia, en la parroquia se ha instalado un consultorio médico para atender a personas sin hogar, muchas de ellas del barrio del Raval. Allí, un grupo de doctoras voluntarias ofrece cada lunes atención médica especializada a un colectivo especialmente vulnerable. Parroquia de Santa Anna, Barcelona, Cataluña, 21/12/2020.
El impacto de la pandemia entre personas sin hogar. Jesús Marcos (derecha) y Triu Òdena (izquierda) son dos de los setecientos cincuenta voluntarios de la Fundació Arrels que realizan una encuesta a personas sin hogar para determinar cómo les está afectando la pandemia. En la imagen, Triu entrevista a Víctor Vicente, un hombre barcelonés de 54 años que lleva meses viviendo en las calles del Raval. Rambla del Raval, Barcelona, Cataluña, 26/11/2020.
