Reportaje

Virus hits rural Spain

The virus arrived to the small towns in the rural Spain, and hit hard the region of Teruel

Personal sanitario evacúa a un residente enfermo por el virus COVID-19 de la residencia de ancianos de Valderrobres a otra residencia para personas afectadas por el virus en la región de Teruel, España. Mientras las grandes ciudades se han llevado la peor parte de la pandemia de coronavirus, muchos habitantes de las zonas rurales de España se han sentido desprovistos de equipamiento y aislados en su propia lucha contra el virus. Décadas de urbanización y la falta de inversión pública en sus zonas las han dejado mucho más vulnerables, argumentan, ya que se enfrentan a la falta de recursos sanitarios, carreteras decentes o buen acceso a Internet.

Trabajadores de un laboratorio privado contratado por el alcalde de Valderrobres llegan a la casa de Conchita Esteve, de 58 años, para hacerle una prueba de detección del virus COVID-19 en la puerta de su casa en Valderrobres en la región de Teruel, España. Recibió los resultados el día después, y dió positivo. Es una trabajadora de la residencia de ancianos en Valderrobres donde decenas de personas, incluyendo residentes y miembros del personal, se han infectado por el virus de la COVID-19. Mientras las grandes ciudades se han llevado la peor parte de la pandemia de coronavirus, muchos habitantes de las zonas rurales de España se han sentido desprovistos de equipamiento y aislados en su propia lucha contra el virus. Décadas de urbanización y la falta de inversión pública en sus zonas las han dejado mucho más vulnerables, argumentan, ya que se enfrentan a la falta de recursos sanitarios, carreteras decentes o buen acceso a Internet.

Trabajadores de un laboratorio privado contratado por el alcalde de Valderrobres llegan a la casa de Conchita Esteve, de 58 años, para hacerle una prueba de detección del virus COVID-19 en la puerta de su casa en Valderrobres en la región de Teruel, España. Recibió los resultados el día después, y dió positivo. Es una trabajadora de la residencia de ancianos en Valderrobres donde decenas de personas, incluyendo residentes y miembros del personal, se han infectado por el virus de la COVID-19. Mientras las grandes ciudades se han llevado la peor parte de la pandemia de coronavirus, muchos habitantes de las zonas rurales de España se han sentido desprovistos de equipamiento y aislados en su propia lucha contra el virus. Décadas de urbanización y la falta de inversión pública en sus zonas las han dejado mucho más vulnerables, argumentan, ya que se enfrentan a la falta de recursos sanitarios, carreteras decentes o buen acceso a Internet.

Jesús Marigil, un empleado local, entrega una mascarilla gratuita a un residente en una residencia que todavía está pintada con el tradicional color azul-púrpura en Valderrobres, región de Teruel, España. En este pueblo rural, decenas de personas, entre residentes y miembros del personal, se han infectado por el virus de la COVID-19. Mientras las grandes ciudades se han llevado la peor parte de la pandemia de coronavirus, muchos habitantes de las zonas rurales de España se han sentido desprovistos de equipamiento y aislados en su propia lucha contra el virus. Décadas de urbanización y la falta de inversión pública en sus zonas las han dejado mucho más vulnerables, argumentan, ya que se enfrentan a la falta de recursos sanitarios, carreteras decentes o buen acceso a Internet.

Esther Pitart, de 81 años y enferma del virus de la COVID-19, se sienta dentro de la ambulancia mientras es evacuada de la residencia de ancianos en Valderrobres, región de Teruel, España. «Volveré más fuerte», dijo. En este pueblo rural, en la residencia de ancianos, decenas de personas, entre residentes y miembros del personal, se han infectado por el virus de la COVID-19. Mientras las grandes ciudades se han llevado la peor parte de la pandemia de coronavirus, muchos habitantes de las zonas rurales de España se han sentido desprovistos de equipamiento y aislados en su propia lucha contra el virus. Décadas de urbanización y la falta de inversión pública en sus zonas las han dejado mucho más vulnerables, argumentan, ya que se enfrentan a la falta de recursos sanitarios, carreteras decentes o buen acceso a Internet.

David Velázquez, un empleado local, desinfectando las calles en Valderrobres, región de Teruel, España. En este pueblo rural, en la residencia de ancianos, decenas de personas, entre residentes y miembros del personal, se han infectado por el virus COVID-19. Mientras las grandes ciudades se han llevado la peor parte de la pandemia de coronavirus, muchos habitantes de las zonas rurales de España se han sentido desprovistos de equipamiento y aislados en su propia lucha contra el virus. Décadas de urbanización y la falta de inversión pública en sus zonas las han dejado mucho más vulnerables, argumentan, ya que se enfrentan a la falta de recursos sanitarios, carreteras decentes o buen acceso a Internet.

Guardia Civil en un puesto de control de acceso a Valderrobres, región de Teruel, España. En este pueblo rural, en la residencia de ancianos, decenas de personas, entre residentes y miembros del personal, se han infectado por el virus COVID-19. Mientras las grandes ciudades se han llevado la peor parte de la pandemia de coronavirus, muchos habitantes de las zonas rurales de España se han sentido desprovistos de equipamiento y aislados en su propia lucha contra el virus. Décadas de urbanización y la falta de inversión pública en sus zonas las han dejado mucho más vulnerables, argumentan, ya que se enfrentan a la falta de recursos sanitarios, carreteras decentes o buen acceso a Internet.

Peñarroya de Tastavins en la región de Teruel, España. Mientras las grandes ciudades se han llevado la peor parte de la pandemia de coronavirus, muchos habitantes de las zonas rurales de España se han sentido desprovistos de equipamiento y aislados en su propia lucha contra el virus. Décadas de urbanización y la falta de inversión pública en sus zonas las han dejado mucho más vulnerables, argumentan, ya que se enfrentan a la falta de recursos sanitarios, carreteras decentes o buen acceso a Internet.

Por la noche, una calle vacía de Valderrobres, región de Teruel, España. En este pueblo rural, en la residencia de ancianos, decenas de personas, entre residentes y miembros del personal, se han infectado por el virus COVID-19. Mientras las grandes ciudades se han llevado la peor parte de la pandemia de coronavirus, muchos habitantes de las zonas rurales de España se han sentido desprovistos de equipamiento y aislados en su propia lucha contra el virus. Décadas de urbanización y la falta de inversión pública en sus zonas las han dejado mucho más vulnerables, argumentan, ya que se enfrentan a la falta de recursos sanitarios, carreteras decentes o buen acceso a Internet.

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