Barcelona, Barcelona
18 Junio 2020
Santa Anna
“The church is like a field hospital that welcomes the wounded”, were the words of Pope Francis that inspired Peio Sánchez, rector and doctor of theology and professor, Xavier Morlans, vicar and doctor of theology and professor, and Victòria Molins, nun, writer, and journalist, to found in 2017 the Santa Anna Field Hospital in a 12th-century monastery located in the heart of Barcelona. Before the pandemic, Santa Anna was a place where some of the city’s 3,000 homeless inhabitants could rest during the day, and receive assistance. With its doors closed since March due to COVID-19, the Field Hospital has been providing support and food not only to the homeless but to people who before the pandemic had a job and were able to pay rent. «We have been taken everything away. We are invisible», says Galindo, «I never would have imagined that I would find myself in this situation». Galindo, who was employed in a bakery, was fired in March, and the economic support provided by the government and her savings weren’t enough to support the price of the rent where she and her husband, who also found himself unemployed, lived. Now, they live in a room in a shared apartment, in the suburbs of the city. Galindo, it’s just one case among many, where the pandemic has exposed and accelerated a weak economic system suffered by many middle-class Spanish citizens since the last financial crisis that hit hard the country in 2008. In Spain, almost 1.1 million jobs were lost in the second quarter of 2020, and the economy entered a technical recession after recording a 17.8% fall in the gross domestic product (GDP) between April and June according to the National Institute of Statistics (INE). Job destruction in the first half of the year was nearly three times higher in Spain than in other European countries according to Eurostat, and the coronavirus crisis continues to have a devastating effect on the Spanish labor market. Work supported by the National Geographic Society.
Voluntarios preparan comida para las familias dentro del monasterio de Santa Anna. Durante el estado de alarma y bloqueo parcial, el Hospital de Campaña distribuyó más de doscientas comidas para llevar, junto con alimentos a las familias más afectadas. Santa Anna es un hospital de campaña que funciona en un monasterio de doce siglos de antigüedad en el corazón de Barcelona, que ha estado proporcionando alimentos y apoyo a las familias más afectadas económica y socialmente por la pandemia desde marzo de 2020. Este trabajo ha sido apoyado por la Subvención de Emergencia COVID-19 para periodistas de la National Geographic Society.
El vicario Xavier Morlans, uno de los fundadores del hospital de Campanya en Santa Anna, posa para un retrato después del servicio diario dentro de la iglesia de Santa Anna, en el centro de Barcelona. Santa Anna es un hospital de campaña que funciona en un monasterio de doce siglos de antigüedad en el corazón de Barcelona, que ha estado proporcionando alimentos y apoyo a las familias más afectadas económica y socialmente por la pandemia desde marzo de 2020. Este trabajo ha sido apoyado por la Subvención de Emergencia COVID-19 para periodistas de la National Geographic Society.
Pep Albin (derecha) y su vecino, dos voluntarios de Santa Anna, reparten comida a una familia en el barrio de la Sagrada Familia de Barcelona. Albin y su vecino son parte del programa «familias que apoyan a las familias», promovido dentro del hospital de Campanya en Santa Anna. Santa Anna es un hospital de campaña que funciona en un monasterio de doce siglos de antigüedad en el corazón de Barcelona, que ha estado proporcionando alimentos y apoyo a las familias más afectadas económica y socialmente por la pandemia desde marzo de 2020. Este trabajo ha sido apoyado por la Subvención de Emergencia COVID-19 para periodistas de la National Geographic Society.
Vistas de uno de los edificios cercanos donde Albin y su vecino entregan alimentos a familias afectadas económicamente por la pandemia, en Cornellà de Llobregat. Santa Anna es un hospital de campaña que funciona en un monasterio de doce siglos de antigüedad en el corazón de Barcelona, que ha estado proporcionando alimentos y apoyo a las familias más afectadas económica y socialmente por la pandemia desde marzo de 2020. Este trabajo ha sido apoyado por la Subvención de Emergencia COVID-19 para periodistas de la National Geographic Society.
Comida proporcionada por el hospital de campanya y cocinada al estilo hondureño por una de las familias ayudadas por Santa Anna en Cornellà del Llobregat, Barcelona. Santa Anna es un hospital de campaña que funciona en un monasterio de doce siglos de antigüedad en el corazón de Barcelona, que ha estado proporcionando alimentos y apoyo a las familias más afectadas económica y socialmente por la pandemia desde marzo de 2020. Este trabajo ha sido apoyado por la Subvención de Emergencia COVID-19 para periodistas de la National Geographic Society.
Una de las personas ayudadas por Santa Anna coloca carteles en la calle para encontrar trabajo en Cornellà de Llobregat en Barcelona. Santa Anna es un hospital de campaña que funciona en un monasterio de doce siglos de antigüedad en el corazón de Barcelona, que ha estado proporcionando alimentos y apoyo a las familias más afectadas económica y socialmente por la pandemia desde marzo de 2020. Este trabajo ha sido apoyado por la Subvención de Emergencia COVID-19 para periodistas de la National Geographic Society.
Los feligreses se santifican dentro del monasterio de Santa Anna, durante la primera misa oficiada para el público después de decretarse el estado de alarma en marzo. Santa Anna es un hospital de campaña que funciona en un monasterio de doce siglos de antigüedad en el corazón de Barcelona, que ha estado proporcionando alimentos y apoyo a las familias más afectadas económica y socialmente por la pandemia desde marzo de 2020. Este trabajo ha sido apoyado por la Subvención de Emergencia COVID-19 para periodistas de la National Geographic Society.
Meritxell Galindo, sale de casa de una amiga que le ayuda con la comida que le proporciona una ONG, en Hospitalet de Llobregat. Galindo trabajaba en una panadería antes de la pandemia, y fue despedida el 13 de marzo. Desde entonces, no ha encontrado trabajo. Galindo vivía con su marido en un apartamento en el barrio de Gracia y, debido a los efectos sociales y económicos de la pandemia, tuvieron que mudarse a un apartamento compartido en los suburbios. Galindo es ayudada por Santa Anna para buscar nuevas oportunidades de trabajo, y previamente con la comida. Santa Anna es un hospital de campaña que funciona en un monasterio de doce siglos de antigüedad en el corazón de Barcelona, que ha estado proporcionando alimentos y apoyo a las familias más afectadas económica y socialmente por la pandemia desde marzo de 2020. Este trabajo ha sido apoyado por la Subvención de Emergencia COVID-19 para periodistas de la National Geographic Society.
Una actividad de meditación llamada «Meditación en tiempos de pandemia», organizada por el vicario Xavier Morlans dentro del monasterio de Santa Anna. Santa Anna es un hospital de campaña que funciona en un monasterio de doce siglos de antigüedad en el corazón de Barcelona, que ha estado proporcionando alimentos y apoyo a las familias más afectadas económica y socialmente por la pandemia desde marzo de 2020. Este trabajo ha sido apoyado por la Subvención de Emergencia COVID-19 para periodistas de la National Geographic Society.
