Reportaje

A love letter

Al comienzo de este proyecto, Pere compartió algunos pensamientos y comentarios intrigantes conmigo sobre su vida. Le pedí que anotara las pequeñas impresiones en un cuaderno y con estas palabras presento su voz, en primera persona, que lucha contra la pobreza, la discriminación y la soledad.

Durante la pandemia de coronavirus, me fue difícil caminar cualquier distancia, pero a pesar de estos obstáculos, mi carácter se mantuvo fuerte y todo lo hice solo, nadie me ayuda.

Una vez convocamos una huelga de hambre de cuarenta y ocho horas y nos encerramos en la iglesia de Sant Miquel del Port de la Barceloneta para hacer una gran asamblea para unificar la lucha. En 1978, la ley fue finalmente derogada. Allí conocí a este pintor y posé para un desnudo. Han pasado más de cuarenta años y nunca se ha hecho un reconocimiento explícito no solo a las personas que salieron a manifestarse por primera vez sino a todos los que sobrevivieron al franquismo. Los adultos mayores homosexuales están marginados. Ni siquiera tenemos un espacio o una voz en el mismo orgullo.

Lucho con algunos problemas médicos como la diabetes tipo 2 y un fémur roto por caerme solo en el suelo. No le tengo miedo a la muerte.

Nací el 23 de diciembre de 1942 y fui uno de los primeros miembros del Front d’Alliberament Gai de Catalunya (FAGC) en los años setenta. No dispuesto a tragar más con la ley de los vagabundos y delincuentes, así llamada en 1970, una ley sobre peligrosidad social que condenaba a los homosexuales, vagabundos y prostitutas por motivos delictivos.

He perdido mi juventud hace muchos años y posteriormente también mi atracción física, nunca he escrito una carta de amor, pero sí he recibido alguna.

Soy una vieja solterona diabética, catalana por la independencia, gay y la única suerte que tengo en mi vida es apoyar al FC Barcelona y de vez en cuando ver pasar algún hombre guapo por la calle.

Espero haber compartido contigo algunos pensamientos y comentarios interesantes sobre mis pequeñas impresiones de la vida. El importante es saber que no es fácil, hay que luchar toda la vida.

Finalmente morí solo a finales del verano de 2020 rodeado por el silencio del desamor durante la época del coronavirus.

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