Reportaje

Diario de una cuarentena en un hostal

De la noche a la mañana di positivo en covid-19 en una PCR para poder volver a España. Estaba pasando una noche en una habitación de 15m cuadrados en un hostal de Belgrado, después de estar un mes haciendo un reportaje en Serbia. Un espació que se convirtió en mi prisión durante los 12 días que permanecí encerrada allí. Este reportaje que realicé como diario, me ayudó a llevar la situación y expresar cómo me sentía.

Luchando contra el coronavirus con Frenadol. Siempre evito tomar medicamentos si no es estrictamente necesario. Ayer me dolía tanto el cuerpo que decidí tomarme algo. Hoy estoy mucho mejor.

Hoy, como cada día, me he levantado tarde, estoy durmiendo más de lo habitual. Por sorpresa, está nevando. Siento impotencia por no poder salir al parque a pasear. Me encuentro bastante bien, algo de dolor de cabeza y tos, solo por la noche. Pero no quiero preocupar a nadie. Estoy bien. Quiero agradecer a todas las personas que me han dado ánimos desde el día uno y a las que me escriben o llaman diariamente preguntando sobre mi estado. Vosotros hacéis que me sienta muy acompañada durante estos días de soledad lejos de casa. Gracias.

Sigo sin olfato ni sabor. Tengo tos, mocos y me canso más de lo normal, pero no me quejo. La habitación empieza a hacerse pequeña. Me angustia pensar que solo voy por la mitad (si es que el próximo test sale negativo)… sinó tendré que alargar aun más la cuarentena. La dueña del hotel me deja una comida diaria en la puerta de mi habitación, toca la puerta y se va. Me suele preguntar qué quiero para comer, pero la verdad es que me da igual, sólo como para saciar el hambre. Las horas pasan rápido pero los días pasan lentos.

Me siento atrapada en el tiempo, en este cubículo silencioso en medio de la capital serbia. Me preocupa el test. Si estuviera en España, después de 10 días encerrada ya puedes hacer vida normal, pero no es mi caso. Necesito el dichoso test negativo para poder regresar a casa. Y sé que en dos días, voy a seguir dando positivo en un test tan sensible como la PCR. Me siento atrapada. Intento no pensar en esto y preocuparme solo cuando tenga el nuevo test en mis manos, pero es inevitable.

Hoy he empezado mi primera clase de máster online. Perdí dos clases presenciales por la cuarentena, así que me tengo que poner las pilas. Hoy he tenido que salir para ir pagar la pcr en una oficina. No sé cuantas horas he pasado delante de la pantalla durante estos días, seguramente demasiadas, pero noto que mi visión se ha reducido a larga distancia. Las pantallas es mi única fuente de información con el exterior y son las que me muestran todo lo que me pierdo ahí a fuera, siendo a la vez las mismas que me hacen perder la visión. No sé si hace frío o calor, veo a la gente tapada y tengo las orejas frías pero mi cuerpo está sudando.

Me cuesta dormir, cada día me duermo un poco más tarde y me levanto más tarde aún. Y cada día se retrasa una media hora más. Me encuentro bien, sólo un poco de tos y algo aturdida. No me apetece comer nada aunque me fuerzo para recuperarme pronto. En el hotel me dan una comida por día y el resto lo pido por encargo. Hoy lo más interesante que me ha pasado en el día es que desde la ventana he visto fuegos artificiales entre los edificios grises de Belgrado. Seguimos con el día de la marmota.

Creo que ahora empieza lo más duro de la cuarentena, la cuenta atrás.Los días se me hacen muy largos y parece que lleve aquí encerrada un mes.En cinco días puedo volver a hacerme el test, si doy negativo, puedo volver a casa. Si doy positivo… no quiero ni pensarlo… Me queda algo de tos que no consigo deshacerme de ella, y sigo sin olfato ni sabor.

Noto mis pulmones cansados, están perezosos, se quejan a la más mínima. Y es que no me cuesta respirar pero noto que no usan toda su capacidad. Sé que saldré de esta. Lo que más me preocupa es salir de esta con secuelas y no ser capaz de aguantar la respiración debajo del agua como lo hacía antes o cansarme al subir una montaña. Siento que hemos estado maltratando tanto la tierra que ahora esta nos da nuestro merecido, y tiene toda la razón.

¡Hoy es día de celebración!Finalmente he dado negativo al test ¡y puedo regresar a casa! La verdad es que fue una gran sorpresa ya que con lo mal que me encontré el día del test… pensé que probablemente daría positivo. Hoy me he pedido una pizza para celebrar también que estoy recuperando el olfato y el sabor. Así que con estas buenas noticias termino mi diario confinado que me ha ayudado tanto a pasar estos días. Como siempre, la fotografía ahí ha estado para apoyarme en esto. Fiel compañera de viaje y de vida. La que siempre me da energía para hacer las cosas. Mi arma de expresión, mi terapia.

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