Reportaje

COVID-19, la lucha contra el enemigo invisible

Cuando se decretó el estado de alarma por la COVID-19 el Ministerio de Defensa de España diseñó, en un tiempo récord, una operación militar sin precedentes para dar apoyo a las instituciones de todas las comunidades autónomas que lo solicitaran. La bautizaron como Operación Balmis. El reportaje fotográfico que acompaña estas líneas arrancó en el mes de abril, cuando empecé a acompañar a varias unidades militares durante sus intervenciones en Madrid. El objetivo era documentar “desde dentro” la Operación Balmis. Los meses de verano dieron un respiro, pero en otoño, con el repunte de contagios, los militares volvieron a ponerse en marcha. La Misión Baluarte tomó el relevo de Balmis, esta vez con los rastreadores militares como novedad. Ambas operaciones están reflejadas en las distintas instantáneas. Coordinados desde la base de Retamares, en Madrid, más de 188.000 uniformados se pusieron al servicio de la sociedad civil en marzo de 2020 para luchar contra el coronavirus, un enemigo invisible que durante los peores días de la pandemia causaba más bajas diarias que cualquier guerra moderna. Se trata del mayor despliegue de la historia de nuestras Fuerzas Armadas en tiempos de paz. En noventa y ocho días, realizaron más de veinte mil intervenciones por todo el país. Y la mitad de estas intervenciones consistieron en descontaminar espacios públicos. La Unidad Militar de Emergencias y la Brigada Paracaidista fueron los que acometieron la mayor parte de estas descontaminaciones. Instruidos en habilidades para la lucha NBQ (nuclear, bacteriológica y química) entraron en hospitales, residencias de ancianos, centros de acogida de refugiados, centros sociales, cárceles, y un largo etcétera de espacios públicos. Cambiaron la instrucción militar y los saltos en paracaídas por máscaras antigás, bidones de lejía, bayetas de color amarillo y fregonas, y lo hicieron sin pestañear.

En el Hospital de la Cruz Roja de Madrid empezaron a respirar aliviados en el mes junio, cuando solo quedaba allí un paciente positivo en COVID-19. Esta fue la última descontaminación que realizó allí la compañía NBQ de la Brigada Paracaidista en el contexto de la Operación Balmis. Descontaminaron una planta entera, que había estado ocupada por pacientes con coronavirus, para que al día siguiente pudieran ingresar a personas con otras patologías, sin riesgo de contagio. Hospital de la Cruz Roja, Madrid, 06/06/2020

En el Hospital de la Cruz Roja de Madrid empezaron a respirar aliviados en el mes junio, cuando solo quedaba allí un paciente positivo en COVID-19. Esta fue la última descontaminación que realizó allí la compañía NBQ de la Brigada Paracaidista en el contexto de la Operación Balmis. Descontaminaron una planta entera, que había estado ocupada por pacientes con coronavirus, para que al día siguiente pudieran ingresar a personas con otras patologías, sin riesgo de contagio. Hospital de la Cruz Roja, Madrid, 06/06/2020

En el Hospital de la Cruz Roja de Madrid empezaron a respirar aliviados en el mes junio, cuando solo quedaba allí un paciente positivo en COVID-19. Esta fue la última descontaminación que realizó allí la compañía NBQ de la Brigada Paracaidista en el contexto de la Operación Balmis. Descontaminaron una planta entera, que había estado ocupada por pacientes con coronavirus, para que al día siguiente pudieran ingresar a personas con otras patologías, sin riesgo de contagio. Hospital de la Cruz Roja, Madrid, 06/06/2020

Cuando se decretó el estado de alarma y nos confinaron en nuestras casas, miles de personas sin hogar se quedaron en una especie de limbo en todas las ciudades. En Madrid, el Ayuntamiento decidió transformar el pabellón número 14 de IFEMA en un albergue provisional. Hasta ese momento, cuando se hablaba del pabellón número 14 de IFEMA en prensa o en las redes sociales, era para referirse a la Fashion Week Madrid. Allí se desplegaban cada año las dos pasarelas desde las cuales España proyectaba al mundo su moda… un llamativo universo de excentricidades en torno al cual se arremolinaban cientos de personas de la industria del lujo. Sin embargo, este año 2020, el desfile ha sido bien distinto. Durante los meses de marzo, abril y mayo, 150 personas sin techo vivieron allí. Y cada día, a las doce en punto de la mañana, la Unidad Militar de Emergencias (UME) iba a descontaminar el recinto para minimizar el riesgo de contagios por COVID. IFEMA, Madrid,13/05/2020

Cuando se decretó el estado de alarma y nos confinaron en nuestras casas, miles de personas sin hogar se quedaron en una especie de limbo en todas las ciudades. En Madrid, el Ayuntamiento decidió transformar el pabellón número 14 de IFEMA en un albergue provisional. Hasta ese momento, cuando se hablaba del pabellón número 14 de IFEMA en prensa o en las redes sociales, era para referirse a la Fashion Week Madrid. Allí se desplegaban cada año las dos pasarelas desde las cuales España proyectaba al mundo su moda… un llamativo universo de excentricidades en torno al cual se arremolinaban cientos de personas de la industria del lujo. Sin embargo, este año 2020, el desfile ha sido bien distinto. Durante los meses de marzo, abril y mayo, 150 personas sin techo vivieron allí. Y cada día, a las doce en punto de la mañana, la Unidad Militar de Emergencias (UME) iba a descontaminar el recinto para minimizar el riesgo de contagios por COVID. IFEMA, Madrid,13/05/2020

Cuando se decretó el estado de alarma y nos confinaron en nuestras casas, miles de personas sin hogar se quedaron en una especie de limbo en todas las ciudades. En Madrid, el Ayuntamiento decidió transformar el pabellón número 14 de IFEMA en un albergue provisional. Hasta ese momento, cuando se hablaba del pabellón número 14 de IFEMA en prensa o en las redes sociales, era para referirse a la Fashion Week Madrid. Allí se desplegaban cada año las dos pasarelas desde las cuales España proyectaba al mundo su moda… un llamativo universo de excentricidades en torno al cual se arremolinaban cientos de personas de la industria del lujo. Sin embargo, este año 2020, el desfile ha sido bien distinto. Durante los meses de marzo, abril y mayo, 150 personas sin techo vivieron allí. Y cada día, a las doce en punto de la mañana, la Unidad Militar de Emergencias (UME) iba a descontaminar el recinto para minimizar el riesgo de contagios por COVID. IFEMA, Madrid,13/05/2020

Cuando se decretó el estado de alarma y nos confinaron en nuestras casas, miles de personas sin hogar se quedaron en una especie de limbo en todas las ciudades. En Madrid, el Ayuntamiento decidió transformar el pabellón número 14 de IFEMA en un albergue provisional. Hasta ese momento, cuando se hablaba del pabellón número 14 de IFEMA en prensa o en las redes sociales, era para referirse a la Fashion Week Madrid. Allí se desplegaban cada año las dos pasarelas desde las cuales España proyectaba al mundo su moda… un llamativo universo de excentricidades en torno al cual se arremolinaban cientos de personas de la industria del lujo. Sin embargo, este año 2020, el desfile ha sido bien distinto. Durante los meses de marzo, abril y mayo, 150 personas sin techo vivieron allí. Y cada día, a las doce en punto de la mañana, la Unidad Militar de Emergencias (UME) iba a descontaminar el recinto para minimizar el riesgo de contagios por COVID. IFEMA, Madrid,13/05/2020

Durante la segunda ola de COVID, los militares españoles han seguido trabajando para la sociedad civil. La operación ahora se llama Misión Baluarte, y arrancó en septiembre. En la imagen, la compañía NBQ de la Brigada Paracaidista (BRIPAC) descontamina el polideportivo La Loma de Móstoles, donde ese día se habían realizado test de antígenos a más de quinientas personas. Las pruebas se realizaron durante una semana, para cribar una de las zonas sociosanitarias con más incidencia de contagios de COVID de la Comunidad de Madrid. Y al acabar, cada noche, acudía la BRIPAC para desinfectar las instalaciones. Lo hacían en dos fases: primero nebulizaban un antivírico de uso hospitalario por todos los espacios; después, repasaban a mano con bayetas y fregonas cada superficie. Mesas, sillas, pasamanos, picaportes. Con una rapidez sorprendente y una minuciosidad excepcional. Polideportivo La Loma, Móstoles, Madrid, 03/12/2020

Durante la segunda ola de COVID, los militares españoles han seguido trabajando para la sociedad civil. La operación ahora se llama Misión Baluarte, y arrancó en septiembre. En la imagen, la compañía NBQ de la Brigada Paracaidista (BRIPAC) descontamina el polideportivo La Loma de Móstoles, donde ese día se habían realizado test de antígenos a más de quinientas personas. Las pruebas se realizaron durante una semana, para cribar una de las zonas sociosanitarias con más incidencia de contagios de COVID de la Comunidad de Madrid. Y al acabar, cada noche, acudía la BRIPAC para desinfectar las instalaciones. Lo hacían en dos fases: primero nebulizaban un antivírico de uso hospitalario por todos los espacios; después, repasaban a mano con bayetas y fregonas cada superficie. Mesas, sillas, pasamanos, picaportes. Con una rapidez sorprendente y una minuciosidad excepcional. Polideportivo La Loma, Móstoles, Madrid, 03/12/2020

Durante la segunda ola de COVID, los militares españoles han seguido trabajando para la sociedad civil. La operación ahora se llama Misión Baluarte, y arrancó en septiembre. En la imagen, la compañía NBQ de la Brigada Paracaidista (BRIPAC) descontamina el polideportivo La Loma de Móstoles, donde ese día se habían realizado test de antígenos a más de quinientas personas. Las pruebas se realizaron durante una semana, para cribar una de las zonas sociosanitarias con más incidencia de contagios de COVID de la Comunidad de Madrid. Y al acabar, cada noche, acudía la BRIPAC para desinfectar las instalaciones. Lo hacían en dos fases: primero nebulizaban un antivírico de uso hospitalario por todos los espacios; después, repasaban a mano con bayetas y fregonas cada superficie. Mesas, sillas, pasamanos, picaportes. Con una rapidez sorprendente y una minuciosidad excepcional. Polideportivo La Loma, Móstoles, Madrid, 03/12/2020

Cuando se decretó el estado de alarma y nos confinaron en nuestras casas, miles de personas sin hogar se quedaron en una especie de limbo en todas las ciudades. En Madrid, el Ayuntamiento decidió transformar el pabellón número 14 de IFEMA en un albergue provisional. Hasta ese momento, cuando se hablaba del pabellón número 14 de IFEMA en prensa o en las redes sociales, era para referirse a la Fashion Week Madrid. Allí se desplegaban cada año las dos pasarelas desde las cuales España proyectaba al mundo su moda… un llamativo universo de excentricidades en torno al cual se arremolinaban cientos de personas de la industria del lujo. Sin embargo, este año 2020, el desfile ha sido bien distinto. Durante los meses de marzo, abril y mayo, 150 personas sin techo vivieron allí. Y cada día, a las doce en punto de la mañana, la Unidad Militar de Emergencias (UME) iba a descontaminar el recinto para minimizar el riesgo de contagios por COVID. IFEMA, Madrid,13/05/2020.

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